jueves, 20 de febrero de 2020

Analisis de un cambio

Hoy me he puesto a leer el blog desde que empecé. A salto matas, leyendo entradas variadas y de diferentes años. Me he quedado sorprendido de cuando empecé, hace ya 7 años (tenia 13 años), como en 1º de la ESO me dió por ponerme a escribir, plasmar y relatar mis aventuras en el mundo de la orientación. El blog a quedado como un diario de lindos y gratos recuerdos, de como fui cambiando mi manera de escribir, analizar o comentar una prueba.

En mayo de 2017 escribí la ultima publicación. Ciertamente no se por qué dejé de plasmar mis pensamientos sobre unos parrafos digitales. Quizás me arrepienta de no haber escrito nada durante mi época en la Blume de Madrid ya que ahora podría retrotaerme a aquellos momentos y aprender de esa etapa.

Ya después de ese año en Madrid no vino nada interesante para escribir en Pensar y Correr.
El verano después de segundo de bachiller me dediqué a pasarlo bien, viajar y desconectar. No había conseguido mi objetivo inmediato en cuestión de estudios y me puse a pensar en qué hacer.

Estuve valorando irme un año a Dinamarca a entrenar, estudiar y aprender el idioma. Me puse en contacto con clubes del país, con mi familia de allí pero al final no terminó de cuajar.
Mientras mandaba correos en ingles a todo club danés del que encontré dirección me puse a buscar trabajo en mi ciudad. Curriculum para arriba, curriculum para abajo... no estamos ni en septiembre de 2018 y he pasado de poder irme a vivir un año entero a 4000km de casa a buscar trabajo en un McDonals.

Mientras iba y venía por Ronda, hablando con bares, tiendas, dandome de alta en el paro... salen las notas de corte para el ejército y no entro ni de coña. Digo: Pues a centrarse en estudiar y trabajal 

Volviendo en autobus Málaga-Ronda sonó mi telefono. Me llamaban de BurguerKing porque les gustaba mi curriculum. Pues nada, del tirón para el burguer para la entrevista.

Me cogen. Me pongo a trabajar. Repartidor con una 125cc.

Mientras trabajo a turno partido, con horarios de mala muerte estoy en clases particulares y entrenando con mi querido grupo de entranamiento de Atletismo Ronda.

Era una buena época. Estaba ganando mis primeros sueldos, mientras estudiaba y entrenaba. Esta todo en orden, nuevos objetivos en mente y pa´alante. ...Pasan unos meses...

10 de noviembre 2018 aproximadamente y recibo un correo. Se le oferta una plaza en Tercio 3 de La Legión en Viator. Estaba en mi cuarto preparandome para ir al curro que entraba a las 13:00 y me quedo bloqueao. Leo el correo 2 veces. ¿es una broma? ¿esto que es? (claro, yo daba por hecho que me había quedado fuera del Ejército). Cuando mi cerebro analiza la información procedo a contarselo a mis padres. Tengo 24H para contestar si acepto o no.

¿Y ahora qué?

Ya tengo todo fijado, los horarios hechos, en el curro me va guay, he retomado los estudios dpm y estoy recuperandome de la lesion de Madrid. ¿Estoy dispuesto a dejarlo todo? ... ¿A cambiar radicalmente?

Sí.

Pues nada. Ahí estaba, una tarde de Domingo de finales de noviembre. Despidiendome de mis padres y entrando en una base militar. Rapado al 0. Y así comienza mi aventura, un 25 de Noviembre de 2018.

Tras un periplo de 4 meses de barrigazos, pelo al 0, frío, calor, cansancio, dormir en litera, una jura de bandera (26 Enero 2019) y bastante orden cerrado ya soy "medio profesional".

Salgo para Almería con una UFAL de por medio antes de poder ser nombrado Caballero Legionario.

La UFAL es un mes en el cual se te exige al máximo; se te instruye en formación fisica, técnica y moral acerca de La Legión. Se inculca el Credo Legionario (para el que esté interesado EL CREDO DE LA LEGION ESPAÑOLA que incluye principios de sacrificio, trabajo, ejemplaridad, sufrimiento, unión, valor y otros muchos que hacen diferenciar a La Legión de cualquier otra unidad militar española o mundial. Esto me abre los ojos, me hace ver realmente de donde vengo, donde estoy y a donde quiero llegar.

Tras ser nombrado Caballero Legionario y destinado en el Tercio entro en una Compañía de fusiles y a trabajar de verdad.

Los primeros meses son duros; toca aprender mucho y rápido. Trabajar y darlo todo. El ser voluntario para todo... es pasión.

La Legión me lo ha dado todo. Lo bueno, lo malo, he aprendido, he sufrido y disfrutado y aún sigo viviendo algo nuevo cada día.
Ahora tengo la oportunidad de competir con el equipo militar de orientación y batirme el cobre con grandes corredores.

Sigo en la cresta de la ola y no pienso bajar. ¿Qué me deparará?

El futuro es caprichoso.


PD: quizás no vuelva a publicar en 3 años o 5, o en dos días... Cada uno a su ritmo.

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